Publicada el 28.05.2012
Y es que no hay una buena ensalada sin un buen vinagre. Y por suerte, los hay cada vez más diferentes y mejores; aportando cada uno matices distintos. Gracias a ello el vinagre ya no sirve solo como aliño en las ensaladas, se ha convertido en un condimento más en la cocina.
Ahora os vamos a comentar dos muy diferentes:
Uno de ellos es el balsámico de Jerez de Toro Albalá. Es de color oscuro, como el chocolate. En nariz tiene aromas de cacao, café y azúcar quemado. En boca su sabor responde a su aroma y la acidez no resulta agresiva.
El de Chardonnay, proveniente del Vendrel en Tarragona, es único en su género: suave, transparente y con un toque dulce. Es ideal para pescados o mariscos.
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